Aquello que no se olvida es lo que para nosotros tiene sentido y lógica.
El alumno debe ser el protagonista de su propio aprendizaje. En esta línea, el docente debe servir de guía para que se alcancen aprendizajes significativos; proceso en el que el niño recoge la información, la selecciona, organiza y establece relaciones con los conocimientos previos que ya posee (andamiaje). En este sentido, este aprendizaje sucede cuando el nuevo contenido se relaciona con las experiencias vividas y otros conocimientos ya adquiridos.
Así, cada conocimiento tendrá un sentido único para cada persona, ya que cada persona tiene su propia historia de vida.
¿Debería ser la experiencia de los niños el alimento de la escuela? Francesco Tonucci nos cuenta su opinión al respecto (Pincha aquí).
¡¡Feliz fin de semana!!
Ángela (maestra de NEAE) y Ruth (maestra de AL).